La escritura a mano de las personas que sufren esta condición es desordenada y para muchos, el hecho de sujetar un lápiz se convierte en una tarea muy difícil. Esto puede deberse a dos factores:
- Dificultades óptico-espaciales: problemas para procesar lo que se ve.
- Dificultad para procesar el lenguaje: problemas para procesar y dar sentido a lo que se escucha.
Síntomas de la disgrafía
La disgrafía es una enfermedad poco conocida pero los síntomas no son tan raros. El principal síntoma es un problema con la escritura. Por lo tanto, si a pesar de mucha práctica, el niño sigue encontrando dificultades para escribir, se debería consultar a un especialista para analizar si la disgrafía es la causa. Los síntomas empiezan a manifestarse a partir de los seis años aproximadamente y, según su tipología, se dividen en dos tipos:
- Disgrafía motriz, en la que el niño presenta una postura inadecuada al escribir, maneja de modo incorrecto el bolígrafo (o cualquier tipo de lápiz), escribe con excesiva velocidad o lentitud.
- Disgrafía específica, caracterizada por una desviación en la percepción de las grafías, que provoca que el niño cree letras difíciles de reconocer (deformes, de tamaño desproporcionado, demasiado juntas…). Aparte, las personas con disgrafía suelen cometer muchos errores gramaticales, de puntuación y de organización de los contenidos en frases y párrafos.
Autor:
Gabriela Menchu
Licenciada en seguros por la Universidad Galileo.
Docente en esa misma universidad
Estudiante de la Maestría en Innovación Educativa Universidad Galileo.
Las personas con disgrafía pueden tener problemas para organizar las letras, números y palabras en un renglón o una página, con la condición pueden tener excelentes habilidades de lectura, pero no se puede poner las palabras sobre el papel sin concentración seria.
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